Parador de Lerma
En la parte más alta de la villa de Lerma está situado el Palacio Ducal, que fue construido aprovechando el emplazamiento de un castillo del siglo X. Ubicado en la Plaza Mayor de la localidad que un día gobernó el mayor Imperio conocido, a 36 kilómetros de la ciudad de Burgos, cuna del Cid Campeador, se ejecutó según las trazas del arquitecto Francisco de Mora, en sucesivas fases entre los años 1601 y 1617.
El Palacio al que están unidos por pasajes cubiertos los conventos de San Blas, Santa Teresa y la Ascensión se encargó por órden del primer Duque de Lerma, Francisco Gómez de Sandoval y Rojas, para aposento, reposo y divertimento en general de su señor, el Rey Felipe III.
Convertido en un Parador con 70 habitaciones, salas de reuniones y salón de fiestas, cuenta con un patio central rodeado de galerías columnadas: veinte columnas de orden toscano con arcos de medio punto y veinte de orden jónico.
En honor a la Infanta Margarita, hija de Felipe IV, que fue bautizada en la Villa Ducal de Lerma, el Parador nombra a su habitación más prestigiosa - con unas vistas privilegiadas a la Vega del Arlanza, cama King Size con dosel, zona de estar, jacuzzi panorámico etc. - como “Infanta Margarita”. Y algunas habitaciones de encanto en el “Torreón” gozan de la singularidad de ser accesibles por 35 escalones y cuentan con bañera francesa integrada en el dormitorio, rafia en las paredes y celosías en los techos.
Merece la pena la visita a los numerosos conventos en Lerma, a la hermosa villa de Covarrubias (22 km.) fundada en el año 987, el Monasterio de Santo Domingo de Silos (31 km.), la Abadía románica de San Quirece, Burgos con sus viejos barrios presididos por la Catedral gótica, el Camino de Santiago y la Sierra de la Demanda (45 km.), singular sistema montañoso y atrayente paraíso turístico con sus majestuosas y casi siempre nevadas cumbres. Además, en las proximidades de Lerma (5 o 20 min.) se encuentran dos espléndidos campos de golf en los cuales los clientes del hotel disponen de precios especiales.
Y después, relájate con un masaje en el Parador y con placeres culinarios basados en productos naturales y con sabor, propios de la tierra: embutidos como la morcilla y el queso de Burgos, pescados frescos de río, guisos arrieros como el ajo carretero, asados de lechazo en horno de leña, además de los postres de recetario palaciego como las cañas rellenas de crema de vainilla, el pastel de membrillo y dulcería en sartén.
Instalaciones Parador de Lerma
Servicios disponibles en las habitaciones Parador de Lerma
Términos y condiciones de la reserva Parador de Lerma
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Extra
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